GUILLERMO SALVADOR.
 Por Fernando Alcántara.
Procedente de una herencia familiar musical desde sus abuelos, padres y su cónyuge, Guillermo Salvador es originario de la Ciudad de México donde estudió en el Conservatorio Nacional de Música, tanto su formación humanística con la música lo realiza en la capital de la república, llegó hace 15 años a Guadalajara integrándose como director de la Orquesta Filarmónica de Jalisco de 1997 hasta el 2002.
Es catedrático del Conservatorio Nacional de Música desde 1984 en las clases de piano, conjuntos de cámara y dirección de orquesta. En el Instituto Nacional de Bellas Artes (Guadalajara) es maestro de contrapunto, armonía, apreciación musical, dirección de orquesta y experimentación musical.      
Maneja un amplio repertorio que abarca desde el barroco, hasta la música contemporánea incluyendo ópera, ballet y obras corales. Desde niño comenzó a crecer entre pianos porque fue su primer instrumento musical, tanto su acercamiento como pianista, guiado por su padre quien fue pianista.
Guillermo Salvador ha demostrado ser carismático y brillante director de orquesta, cuyo aporte y personalidad han trascendido de manera sobresaliente e importante en su trabajo. Dentro y fuera de los escenarios es una persona muy sencilla e inteligente y sabe hacer muy bien su papel como músico y en el área docente.
Anteriormente, este músico realiza una brillante carrera como pianista tanto a través de recitales así como siendo solista de las principales orquestas de México y actuando también con gran éxito más allá de nuestras fronteras. Actualmente conforma junto con su esposa Rosalinda Preciado el dúo pianístico “A Cuatro Manos”, con quien se ha presentado exitosamente en importantes salas de concierto en nuestro país.
Pero más se apegaba a su madre Doña Aurora Serratos primera presidenta del Conservatorio Nacional de Música en 1991-1994; porque la consideraba como su primera maestra en toda su carrera como artista. Además de ser un director de orquesta, ostenta el título de Economista aparte de ser docente en la Academia de Música del ITESO.
Él le hubiera encantado ser futbolista o ingeniero en electrónica si no se hubiese dedicado a ser un gran músico. “A mí me hubiera encantado saber todo lo relacionado con la electrónica, el cómo se hacen los videojuegos y eso es formidable”, menciona.
“El deporte me atraía mucho sobre todo lo que tiene que ver con el futbol, me gusta mucho, de repente platico de ese deporte con Juan Pablo (Balcells), de manera intempestiva e inesperada dentro de la cabina de FM”.
Al llegar a Guadalajara, recibió la invitación por parte del Gobierno del Estado para dirigir la Orquesta Filarmónica de Jalisco bajo el mandato de Alberto Cárdenas Jiménez, en ese tiempo Guillermo Salvador dirigía la Orquesta Sinfónica Carlos Chávez teniendo el honor de aceptar dicho nombramiento se traslada a esta ciudad para tomar la batuta de la orquesta más reconocida a nivel internacional como director huésped.
Ya adentrado en los medios de comunicación, lo invitaron el Sistema Jalisciense de Radio y Televisión para transmitir cultura musical. Actualmente tiene 2 programas tanto en radio como en televisión: Hablemos de Música en radio, lo realiza junto con el Dr. Enrique Sandoval y la Srita. Lucía Galíndez Pérez en Jalisco Radio los jueves a las 5 de la tarde en la frecuencia del 96.3 FM. Y contratiempos en C7; a lado del chelista Issac Ramírez.
Fue uno de los retos más difíciles que ha tenido a lo largo de su carrera en medios de comunicación, son inesperados, porque aparecen en la vida de la persona comenta Salvador. Más que nada los va disfrutando cada programa y se siente feliz por mostrarle a quienes siguen ambos programas, lo que tanto le apasiona: LA MÚSICA.
Siempre se ha convertido en un hombre lleno de retos que lo sabe superar, disfruta lo que tanto ama: su familia, las amistades, la música y él ya no le pide nada a la vida porque ya lo tiene todo. “Me siento tan contento de haber hecho lo que tanto quise en mi vida que ya no le pido absolutamente nada.”


SURGIDO DEL CAMPO, A LA PANTALLA

CHICA.

Fernando Alcántara.

Usted lo conoce, seguramente, por sus apariciones constantes en la televisión. Cornelio García, conduce el programa “De Kiosco en Kiosco” en el Canal 7 en que, desde hace muchos años, nos lleva a conocer los pueblos de Jalisco. Conozcamos a un verdadero amante de la cultura jalisciense, grabador de oficio, músico conductor, conversador, un viajero por excelencia, Cornelio García, es una de esas personas que hablan y miran de frente.
Un hombre de anécdotas que le gusta compartir; es sensible a los sucesos que marcan la vida de las personas, tiene buena memoria, lo que le permite remontarse a fechas y lugares con fina precisión. Ama su tierra sin reservas, no le teme a la incertidumbre que acompaña a la aventura y, sobre todo, es un hombre de palabra; es uno de los personajes que en la memoria reciente de Jalisco, más han aportado al conocimiento de la Entidad.

Nace un 2 de febrero de 1943 en la festividad de la candelaria, en el poblado de Tenamaxtlán, municipio de Tecolotlán Jalisco. Es curioso saber que en el mismo día del nacimiento de una persona, precisamente tiene que ponerse el nombre del santo que se celebra. Le pregunté por qué le pusieron así, me dice que había 4 nombres en ese día, Candelario, Cornelio, Cipriano y Conrado, y su padre le puso Cornelio.

Desde joven, salió de Tenamaxtlán y como decía Octavio Paz “La fatalidad se transmuta en creación”, -explica-,  a la edad de 11 se traslada junto con su madre hacia Los Ángeles California, a raíz del asesinato de su hermano Andrés por una discusión de mariachis en Tecolotlán en Noviembre de 1954.

Si piensan que este personaje vivió del campo, pues es verdad, pero de una forma campirana y distinta a sus hermanos que también se esforzaron por salir adelante. Le gustaba de niño dibujar y a partir de ahí, comienza su carrera artística como dibujante, forjándose su futuro estudiando fuera de México y también por qué no mencionarlo en la UNAM. Viajó por Sudamérica y Europa a conocer lugares que tanto deseaba ir a conocer, y esto fue gracias a su hobbie que fue el dibujo.

Pero, Cornelio es, también, un reconocido artista “Grabador” con una gran obra, basada en el erotismo y la sensualidad como temas centrales en los grabados (aguafuerte, aguatinta, punta seca y litografía), que Cornelio García ha impreso a esta colección realizada de 1970 a la fecha.
En la década de los ochentas y a principios de los noventa, la televisión cultural mexicana, entró en un colapso surgido de una vertiente: mientras era eclipsada por la televisión  privada en México que buscaba, el monopolio de la audiencia. En su interior se encontraba desgastada la cultura que se hizo aun lado, y solo servía para inculcar educación en ese tiempo; como por ejemplo los programas de telesecundarias implementados por la SEP (Secretaría de Educación Pública) solo tenían un fin: promover la cultura en televisión.

En 1995 la televisión estatal (ahora c7) inició la transmisión de un programa que, bajo un formato nuevo y sencillo, ofrecía una visión de lo regional y cultural del lugar que se visitaba. Así surge “De Kiosko en Kiosko” convirtiéndose en pocos años en un referente para la comprensión y gusto por la vida de los poblados y sus habitantes que componen Jalisco.

Cornelio García sin tener una formación académica extraordinaria en su paso por varios lugares del mundo, logró internarse en el ambiente popular de los lugares que visita en cada uno de sus programas que realiza. Actualmente tiene 2 programas aparte del ya conocido “De Kiosko en Kiosko”: en televisión “Cantares y Costumbres”, y en Radio “Canciones y Tradiciones”.

Dicho sea de paso mencionar su gusto por la música popular, ya que forma parte de un Mariachi vernáculo y es también su representante, este conjunto se llama “Mariachi Los Arredondo”, quienes llevan 6 años de trayectoria musical surgidos precisamente de la promoción que hizo “Don Cornelio” a Joaquín Arredondo; hijo de Don Rafael Arredondo (+) integrante del Mariachi Azteca, que promocionaba el mariachi en un programa que hizo –según me contó- en Atotonilco el Alto.

¿Qué hubiera sido de Jalisco si “Don Cornelio”, no promocionara nuestras tradiciones y la de otras localidades? Tal vez se dedicaría a vender panelas, andar arando tierras en el campo o cantar en una plaza de un pueblito. Y por no presumirles, el señor sabe hablar inglés y francés, hasta lo escribe. Es un Hombre magnífico aunque hable golpeado, es muy inteligente, carismático y querido por todo Jalisco quien ha sabido  transmitir nuestra cultura a todo el mundo.

Editorial


Dicen que no hay nada nuevo bajo la luz del Sol, que ya todo está inventado y que difícilmente podremos ver algo distinto a lo que ya existe; que eso de “innovar” no es más que el refrito de lo que ya inventaron otros. Es fácil concordar con esta idea cuando nos encontramos inmersos en un panorama que no cambia mucho pesar del paso de los años y los avances tecnológicos cada vez más revolucionarios, ingeniosos, prácticos y funcionales.

Se trata entonces de una rotunda contradicción al decir que no puede inventarse ni conocerse nada más de allá de lo que ya sabemos, a pesar de que cada día vemos nuevas muestras del ingenio humano. Que no hay nada nuevo bajo la luz del Sol es pues, una condena arbitraria a la creatividad del ser.

No es entonces falta de inventiva lo que nos aqueja sino un círculo vicioso de ver y escuchar siempre los mismos programas, las mismas ideas insípidas y los mismos contenidos tan repetitivos como taladrantes para la imaginación; los mismos sonsonetes de la temporada, las imágenes con las que nos topamos a diario en la calle y la desgastada cotidianeidad del camino que recorremos cada día.

Pero cuando decidimos explorar nuevos horizontes nos encontramos con que la imaginación y creatividad del ser humano es tan infinita como maravillosa. Cada sentimiento, cada experiencia que llevan al artista a realizar una nueva creación son tan distintos como lo es cada uno de los más de 7 mil millones de habitantes del mundo.

Cada uno tiene algo diferente que expresar, a su modo. Hace algunos días, caminando por las calles de Guadalajara, me comentaba mi colega Alfredo García, -miembro de nuestro consejo creativo-editorial-, “Hay muchos lugares muy buenos en la ciudad, lástima que estén tan escondidos”, refiriéndose a los sitios que promueven algún tipo de actividad o expresión artística.

Ardua, si, pero también bella y gratificante es la labor que tiene Rojo Carmesí en ser los ojos que muestren y la pluma que hable de esos lugares que aportan a la cultura de nuestra entidad y, por qué no, son ocasión de descanso y recreación. Ese es nuestro trabajo, para que el ser humano no pierda una de sus esencias más importantes, la capacidad de asombro.
 
Maritza Jasso.

Directora